Estoy estudiando Photoshop y aclaro que no soy diseñadora. Aunque seguimos lecciones de cómo hacer un logo, utilizar las máscaras de capas y, no siguo porque que el que esté puesto en el tema ya sabe de lo que hablo, no voy a aburrir al personal. Bo!... lo cierto es que cuando voy en metro, o camino por la superfície de la ciudad mi cerebro empieza a estar amueblado para "ver". Voy al grano. Los carteles de las elecciones catalanas de 2010, éstas a las que no puedo votar porque me he vuelto a empadronar en Barcelona días después de cerrarse el censo electoral, son inquietantes.
Los carteles, quiero pensar, que han sido aprobados por los gabinetes de imagen de los políticos más que por los propios diseñadores.
El cartel de Montilla me habla de un hombre Gris, de una apuesta Gris, de un futuro Gris. Aquí se acaba el discurso.
CiU tiene dos carteles, uno del que no dispongo imagen por que no la encuentro en Google.
Es un tunel y una luz brillante. Cuando lo "ví", ví la muerte después del tunel. Según la leyenda urbana, una luz brillante y cegadora. Después del tunel no existe una imagen de llegar a un país idílico saliendo de la crisis... que hubiera entrado dentro de los parámetros de la lógica. Para tener información de lo que nos espera, si nuestro voto es a CiU
Otro cartel de Ciu es Artur Mas con su rostro. Hay que fijarse en sus ojos y el diseño de su sonrisa. Tiene una expresión de "ayyyy!... cuando os pille".
El cartel de Joan Herrera es él, con una banda verde tipo "Wanted, se busca" ó "de todos los candidatos éste... tachado". Fuerte ¿verdad?. Un fondo traslúcido de foto quemada en lugar de algún mensaje Verde, fresco, ecológico. En fin.
El resto, es previsible como el cartel del PP, el de ciutatans es de nuevo muy tópico, el de Laporta es casposo e incluso el "Si" está casi saliendose del cartel por discreto. No tiene fuerza. El cartel de Puigcercós es un punto de un libro o un post-it.
Y aquí lo dejo.
Los carteles, quiero pensar, que han sido aprobados por los gabinetes de imagen de los políticos más que por los propios diseñadores.
El cartel de Montilla me habla de un hombre Gris, de una apuesta Gris, de un futuro Gris. Aquí se acaba el discurso.
CiU tiene dos carteles, uno del que no dispongo imagen por que no la encuentro en Google.
Es un tunel y una luz brillante. Cuando lo "ví", ví la muerte después del tunel. Según la leyenda urbana, una luz brillante y cegadora. Después del tunel no existe una imagen de llegar a un país idílico saliendo de la crisis... que hubiera entrado dentro de los parámetros de la lógica. Para tener información de lo que nos espera, si nuestro voto es a CiU
Otro cartel de Ciu es Artur Mas con su rostro. Hay que fijarse en sus ojos y el diseño de su sonrisa. Tiene una expresión de "ayyyy!... cuando os pille".
El cartel de Joan Herrera es él, con una banda verde tipo "Wanted, se busca" ó "de todos los candidatos éste... tachado". Fuerte ¿verdad?. Un fondo traslúcido de foto quemada en lugar de algún mensaje Verde, fresco, ecológico. En fin.
El resto, es previsible como el cartel del PP, el de ciutatans es de nuevo muy tópico, el de Laporta es casposo e incluso el "Si" está casi saliendose del cartel por discreto. No tiene fuerza. El cartel de Puigcercós es un punto de un libro o un post-it.
Y aquí lo dejo.
2 comentarios:
www.pensandodemasiado.blogspot.com/
Un artículo interesante. Añado unos apuntes: a los publicistas se les paga por pasar a imagen lo que les sugieren las cúpulas de los partidos.
1)En cartel de CiU, efectivamente, es siniestro, "la luz que se ve al morir". Tampoco han estado muy acertados los fotógrafos que han retratado a Artur Mas: el ríctus de sonrisa de la boca no se corresponde al de los ojos y el resultado final sugiere "soy un cara" (un cara dura... se entiende). Cuando un partido está carcomido por los escándalos de corrupción es paradójico que su líder se presente como un hombre fuerte.
2)Montilla ha sido presentado como el "hombre normal" (casi como el "hombre vulgar") en la medida en que el elector medio tiene conciencia de ser "normal". Montilla el "super-héroe normal" parece avergonzarse de salir en el cartel, le está amputado casi un 50% de su rostro... La sonrisa del rostro, contrasta con las bolsas y las arrugas de los ojos que denotan la imagen del fracaso y del perdedor.
3)Con la Sánchez Camacho se ha tenido mucho cuidado de no reflejar, gracias al photoshop, su labio superior tratado con sobredosis de botox. Los colores son tenues, azulados, el vestido de ella casi imperceptible. Se presenta su rostro como algo que emerge del blanco. Es un error: la Sánchez-Camacho es muy limitada y defraudará a sus propios electores.
4)El cartel de Laporta es improvisado y lamentable (como su campaña): su imagen denota falsedad. El pequeño símbolo del partido en la parte inferior derecha que quiere sugerir un voto que entra en la urna, más parece la imagen de un hundimiento. Hay algo de esto en Laporta: le esperan varios procesos y se ha presentado a las elecciones con el objetivo de lograr una poltrona que le garantice inmunidad parlamentaria antes los percances judiciales que se le avecinan.
5)Sobre Albert Ribera y Ciutadans se intenta sugerir que Cs es la "defensa" del ciudadano honesto y expuesto (desnudo) a la rapacidad del poder. En realidad, el cartel sugiere otra cosa: recurso al sexo, para que la mirada vaya a cualquier parte menos al cartel que luce Ribera: "Rebélate"... casi una confesión de falta de ideas y de un partido muy limitado en sus propuestas políticas.
6)Puigcercós sabe que ni con trajes de Armani logra llamar la atención. El antiguo jefe de banda JERC, intenta ir de persona seria... pero juvenil. Y, para colmo, el publicista ha hecho que la vista se dirija automáticamente a la pastilla superior izquierda: una promesa de que ERC convocará un referéndum independentista...
7)El cartel de ICV, no ha sido mejor que todo lo anterior. El color verde que sugeriría "ecologismo" es incluso un pantone desvaído, que atenúa la carga ecologista de ICV. La foto de Herrera, no hay forma de encontrar un encuandre y un rictus que resulten atractivos en un cartel. El color rojo, propio de los partidos de izquierdas, brilla por su falta de intensidad.
Publicar un comentario