viernes, 23 de septiembre de 2011

Nuestra vida laboral será... un yogurt con fecha de Caducidad.


Cuando tengamos un nanochip que contenta toda nuestra información genética, haremos trabajos con fecha de extinción. 
La estación de esquí de Sierra Nevada está ocurriendo lo siguiente: Llevan contabilizadas varias muertes entre sus empleados. Es la estación mas difícil para el trabajo, como podría ser conductor de material inflamable ó empaquetador de artículos pirotécnicos. 
Para trabajar en una estación de esquí hay que estar genéticamente diseñado para alcanzar y superar alturas de vértigo... en este caso de infarto. De modo que adaptarse a la altura mientras trabajas tiene esa componente, dado lo cual, hasta que la ingeniería genética no esté implantada como quién compra un sofisticado pan en una boutique. Tendremos que contratar trabajadores en las estaciones de esquí según el milenario sistema de "prueba y error". Si en 10 o 20 años no te mueres de infarto... !prueba superada!.  
¿Qué ocurre en la estación de esquí de "alto riesgo" de Sierra Nevada.? pues que sus empleados día a día se curran en el calendario una cruz de fecha de caducidad... suma y sigue. Si ya sé que cobran un plus de altura. Tendrían que estar obligados por contrato delimitar el tiempo, 5 años pues 5 años, que son 2 pues 2. Y si se hace trampas,  collejas de Dios.
Tiene narices, por no decir huevos, que existen estudios de los posibles efectos a corto, medio y largo plazo del mal de altura en montañismo y en el ámbito laboral, No!. 
¿A qué se debe tanta pereza, tanta ignorancia? Los que lo saben, se creen más listos porque juegan a los dados con la vida y con la necesidad de trabajar para vivir. 
Me pregunto si esta situación existe en las estaciones de esquí del mundo. En Sierra Nevada, según un famoso sindicato afirma que en los últimos 10 años han muerto unos 20 empleados de fallos cardíacos y otro número alto tienen ya la incapacidad permanente en sus corazones. Plantean las graves consecuencias o "daños colaterales" que conlleva desplazarse diariamente desde +/-600m de altura a los 2.200m en la estación, añadiendo unos metros más, aquellos trabajadores que están en remontes y pistas a 3.000m de altura. Coloquialmente podríamos decir que "Algo extraño está pasando en los empleados". 
Tener conocimientos científicos del "mal de altura" sería deseable para salvar vidas.  Lo primero es el aumento de glóbulos rojos y sigue un elevado coste energético, porque cualquier actividad se vuelve dificultosa, la exposición a irradiación solar que aumenta por la mayor pureza del aire, la disminución del vapor de agua en la atmósfera y la reflexión que se produce en la nieve de las emisiones solares. Con la altura la presión del aire disminuye.
Resumiendo, a ver si lo consigo: aumento de la ventilación pulmonar, la frecuencia cardíaca aumenta el gasto cardíaco, aumento del pH en la sangre, el consumo de oxígeno, la sudoración excesiva fruto de la disminución de la humedad del aire y el esfuerzo físico, requiriendo un consumo de agua muy necesaria e importante, más un etcétera donde también vamos a encontrar un sin fin de hormonas "algo alteradillas" como son la tiroides, la testosterona, entre unas cuantas.
Lo cierto es que si por ejemplo fuéramos a la montaña y permaneciéramos tiempo a 2.300m, se requiere 2 semanas adaptarse. Para superar dolores de cabeza, dificultad al respirar, falta de apetito, nauseas, mareos, e insomnio. Estos empleados de Sierra Nevada, suben y bajan como si fuera el "Dragón Khan". Es cierto que hay adaptaciones orgánicas con el tiempo como así lo comprueban los deportistas y grupos humanos que poseen unas características orgánicas muy peculiares.
De modo que, a la futura pregunta que se les hace a los críos ¿Que quieres ser de mayor? !Todo!, todo... lo que me permita mi genético "nanochip".

3 comentarios:

Agoradeideas dijo...

Ana Goñi 15/02/2015
"Hoy otro compañero ha tenido que ser evacuado en helicóptero. Tenía problemas arteriales, pero ha empeorado con parálisis facial y del brazo derecho. Principio de ictus". El mensaje, vía What'sApp, llega el lunes por la noche. Es de Miguel Ángel Vargas Roldán, empleado veterano de la empresa que gestiona la estación de Sierra Nevada, Cetursa (con mayoría en su accionariado de la Junta de Andalucía), y presidente de su comité de empresa. Y añade una historia más a la lista de trabajadores de esta empresa que han sufrido problemas cardiovasculares, ictus, hipertensión, en los últimos años: "Los datos que tenemos son de uno o dos fallecidos o con incapacidad permanente reconocida por estas enfermedades al año [la plantilla es de 600 personas en invierno]", señala Vargas. El pasado diciembre fallecía otro trabajador por infarto de miocardio, y desde 2009 hechos similares han llegado periódicamente a la prensa local.

La plantilla vive toda esta situación con "inquietud, preocupación y miedo". Su sospecha es que los cambios de altitud a los que se someten los trabajadores cotidianamente pueden estar detrás de estas muertes: sus condiciones de Sierra Nevada son únicas, puesto que se desplazan cada día desde los 600 metros donde están sus hogares a los 2.200 (en unos 35 o 40 minutos) o los 3.300 (en 20 minutos más), e incluso, según el tipo de trabajo, hay empleados -socorristas, maquinistas- que pueden estar constantemente cambiando de altitud. Como señala Vargas, "en otras estaciones, los esquiadores acaban donde empiezan en Sierra Nevada". Y a esta altitud se suman las condiciones meteorológicas, también extremas: "Hoy mismo la sensación térmica en Borreguiles [2.625 m] era de 45 bajo cero".

Agoradeideas dijo...

Ana Goñi 15/02/2015 (05:00) 0
AA
La sospecha de los trabajadores es que los cambios de altitud a los que se someten cotidianamente pueden estar detrás de los infartos, los ictus y la hipertensión
Desde hace más de una década ha habido movilizaciones y concentraciones en las que exigen que se estudie su caso y se adopten medidas de prevención que vayan más allá del electro que, según Vargas, les hacen cada año. Por ahora han conseguido, según asegura, que a los trabajadores de más edad o con problemas cardiacos los destinen a puestos de menor altura.
En cuanto al análisis de su caso, hace tres años se anunció que la Junta y Cetursa realizarían un estudio de riesgos laborales -a través del Instituto Andaluz de Prevención- que no ha llegado hasta este 2015. Este informe reconoce la 'exposición a hipoxia hipobárica intermitente crónica' (esto es, la exposición a un descenso en el aporte de oxígeno a los tejidos por la menor presión) como un "problema de salud laboral que afecta desde hace bastantes años a una gran empresa pública de Granada" y añade que hasta la fecha ha sido poco estudiado, pero entre sus conclusiones sólo admite que trabajar a una altitud de 2.600 metros aumenta el riesgo de problemas de consciencia (letargo, confusión) y ataxia (falta de coordinación) y desecha el que más preocupa a los empleados: la hipertensión. Es más, concluye que "trabajar a más de 2.600 metros disminuye el riesgo" de sufrirla.

Agoradeideas dijo...

15/02/2015
El trabajo se basa en más de 200 entrevistas a los trabajadores, teniendo en cuenta sus patologías, las diagnosticadas y las que ellos mismos perciben. Y este es, precisamente, el punto de crítica: "Tiene mucho de encuesta, cuando lo ideal sería que a los empleados los hubieran controlado desde las 7 de la mañana, desde que salen de su casa, con un aparato para medir su tensión, por ejemplo", señala José Carlos Sillero, asesor sindical de CCOO en Cetursa y secretario de salud laboral de FSC-CCOO de Granada. La petición radica, en suma, en un estudio in situ de cómo estos cambios de altitud afectan a su organismo, puesto que, como reconoce el propio informe de la Junta, existen contados estudios al respecto, y menos a largo plazo.

Sierra Nevada es la estación de mayor altitud de España. (Foto: CCOO)Sierra Nevada es la estación de mayor altitud de España. (Foto: CCOO)
El doctor Antoni Ricart de Mesones, vicepresidente del Institut d'Estudis de Medicina de Muntanya y jefe de sección de Medicina Intensiva en el Hospital Universitario de Bellvitge (Hospitalet), afirma que en lo referente a infartos e ictus "habría que buscar otros factores de riesgo (sedentarismo, dieta), con mayor peso que la altura. Los eventos coronarios no son frecuentes en altura, más bien al contrario". Sin embargo, en el caso de la hipertensión, "sí puede haber algo. Con la exposición a la altura, la primera respuesta fisiológica es aumentar el caudal cardiaco, lo que comporta un aumento de la presión arterial, que puede ser entre un 10 y un 20% más elevada que a nivel del mar".

Un trabajo previo (de 2008), hecho por la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña, CCOO y UGT señalaba que, entre los trabajadores que hacen labores el el exterior en las estaciones españolas y conocen su tensión, la hipertensión afecta a más del doble de los empleados de Sierra Nevada (14% diastólica - 16% sistólica) que del resto de estaciones españolas (5%-7%), y recogía su preocupación por los cambios de altitud, un "factor de riesgo a tener en cuenta". Siete años después, Sillero sigue pidiendo en nombre de estos trabajadores "un estudio en profundidad. Y que la empresa se siente a hablar: la Comisión de Seguridad y Salud no se reúne desde hace un año. Aquí la salud es lo último", denuncia.

Este periódico ha intentado hablar con algún responsable de Cetursa, sin resultado. Quizá porque la plantilla acaba de anunciar movilizaciones por la "preocupante gestión tanto económica [denuncian una pérdida patrimonial de 27 millones de euros en cuatro años] como laboral, pues peligra su viabilidad y el trabajo de personas que están poniendo su puesto por encima de su propia salud e incluso de su vida". No descartan realizar una huelga a partir del 1 de marzo, aunque han pedido la "mediación" de la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz.