martes, 29 de noviembre de 2016

Fawlty Towers, casi un spin off de los Monty Pythons



La emisión de esta serie de la BBC coincidió con uno de los momentos más tensos de nuestro país. A principios de febrero de 1981, cuando se estreno, el etarra Arregui acababa de ser apalizado hasta la muerte en los calabozos de la dirección general de seguridad, el ingeniero Ryan fue rematado con un tiro en la nuca por parte de ETA, los enfrentamientos entre grupos de ideología opuesta eran habituales, el secretario general del Frente de la Juventud había sido asesinado poco antes y treinta militantes de estas organización fueron detenidos con abundante armamento, mientras que ETA mantenía secuestrados a varios diplomáticos, el partido en el poder, la Unión del Centro Democrático, se estaba deshaciendo como un azucarillo y los rumores de golpe de Estado eran diarios así como la sensación de que las cosas no podía seguir mucho tiempo así. Nadie apostaba por la “joven democracia española” que hacía agua por todas partes. No es raro que la serie Fawlty Towers, estrenado en España en aquel momento como Hotel Fawtly pasara casi completamente desapercibida. Con posterioridad la serie fue repuesta, en un ambiente mucho más sereno y los espectadores pudieron apreciar sus cualidades y su increíble comicidad.

EN EL PRINCIPIO FUERON LOS MONTY PYTHON

Se cuenta que estando el grupo de cómicos ingleses rodando unos sketches en 1970 debieron alojarse en un incómodo hotel de Torquay. Aquella desgraciada instancia quedó impresa en la memoria de John Cleese que una década después lo utilizó como base para crear esta serie ambientada en un pequeño hotel regentado por “Basil y Polly Fawlty” al frente de un equipo de incompetentes empleados. Aún hoy se la considera como una de las mejores comedias de situación que se hayan rodado jamás en el Reino Unido.




Durante la estancia de los Monty Pythons en aquel hotel les llamo la atención el carácter extemporáneo del propietario que llegó a tirar a la cara de Cleese el horario de autobuses. El protagonista, “Basil Fawlty”, interpretado por el propio Cleese, es una parodia de aquel personaje auténtico que también se encaró con Terry Gillian.

La serie no puede evitar ser el producto de unos de los miembros del grupo británico. En ella están incluidos todos los recursos cómicos de los que hicieron gala durante su período activo. A diferencia del “humor inteligente”, del que hicieron gala los Monty Pythons, esta serie es el producto de una concepción clásica del humor: sus gags son los que han hecho reír toda la vida y a todas las generaciones desde que en el neolítico algún hombre de las cavernas resbaló y cayó al suelo o le retiró a otro el tronco junto cuando iba a sentarse. Hay gags que nunca fallan: por ejemplo, los malentendidos en los que cada personaje cree que está hablando de una cosa y que el otro le está entendiendo, cuando en realidad hablan de cosas diferentes e incluso contradictorias. O aquel otro gag habitualmente protagonizado por un metepatas que pronuncia justo la frase que hiere la sensibilidad de su interlocutor y que, una y otra vez, sigue por esa senda, sin advertir la reacción del interlocutor. 

EL RETRATO DE LOS PRIMEROS AÑOS DEL TATCHERISMO

Entre risas y carcajadas, la serie nos muestra lo que fue la sociedad inglesa en los comienzos del thatcherismo: una sociedad conservadora que e enorgullecía de serlo y que veía mal cualquier innovación, despreciaba a quienes no tuvieran una excelente dicción inglesa y se sentía poco inclinada a abrirse al exterior, mientras la política gubernamental desencadenaba huelgas y más huelgas de los sectores sociales afectados. 

De haber aparecido esta serie a mediados de los 70 hubiera sido incomprendida, no solamente en el Reino Unido sino en el extranjero, pero cuando irrumpió, eran muchos los sectores de aquella sociedad que se reconocían o, lo más frecuentemente, reconocían a vecinos y amigos que respondían a los mismos rasgos y comportamientos que la familia Fawlty: un marido ultraconservador, obsesivo y poco dúctil, una esposa con pretensiones de snob, un inmigrante chapucero que apenas entendía inglés y una chica de mente abierta pero realizando un trabajo de poco lustre. Eso era la sociedad británica de la época: una mezcla de arcaísmos, fatuidades y niveles de inadaptación.

HUMOR QUE PIERDE CON LA TRADUCCIÓN

Casi resulta obligado ver a la serie en versión original o de lo contrario algunos de los gags pierden fuerza. Además hay que tener presente que la figura del inmigrante: el camarero “Manuel”, interpretado por Andrew Sachs, un veterano actor con un amplio historial y una comicidad increíble que puede considerarse como el puntal más sólido de la serie después del propio Basil-Cleese. En las traducciones las respuestas de Manuel-Sachs a las cuestiones que le formulaban pierden su gracia. Ningún actor de doblaje supo imitar ese “Waht?” (¿Qué…?) propio del que no ha entendido absolutamente nada de lo que se le ha dicho. Así mismo algunos de los esqueches pierden su gracia o eran de adaptación imposible a otro idioma. 

Pero el punto más polémico de la serie fue la figura, precisamente, de “Manuel”. Inicialmente se trataba de un inmigrante español, nacido en Barcelona… La excusa recurrente de “Basil” ante las muestras de incompetencia del camarero era siempre la misma: “he’s Manuel, he’s from Barcelona”… algo que era difícil que fuera admitido en España y, no digamos en el “cap i casal” de Cataluña) a la vista de su torpeza y escasa pericia en el manejo de la lengua de Shakespeare (lo que, por otra parte, responde a la realidad de la media de españoles). Así que en la versión española, “Manuel” se transformó en “Paolo”, de nacionalidad italiana. Siguieron los problemas de traducción y de arreglo de los gags, así que, finalmente TVE interrumpió la emisión (por lo demás, los tiempos no estaban para bollos de este tipo). Deberían de pasar cinco años para que la serie llegara a los canales autonómicos la recuperaran con las alteraciones que cabía esperar. 

En efecto, en TV3 “Manual, nacido en Barcelona”, siguió siendo “Manuel”, pero oriundo de México y la ETB vasca volvió a la nacionalidad originaria (española) si bien los arreglos de los gags resultaron igualmente nefastos. Es, pues, una serie, que solamente puede apreciarse en toda su comicidad en la versión original.

EL AYER Y EL HOY DE FOWLTY TOWERS

La serie tiene 41 años. Sus doce episodios saben a poco, pero no ha perdido absolutamente nada de su comicidad. La sociedad británica no ha avanzado mucho desde entonces e incluso cabría decir que el Brexit ha demostrado que la “apertura a Europa” se ha saldado con un impresionante fracaso. Por tanto, sigue siendo tremendamente actual, quizás si se filmara hoy, “Manuel” sería un inmigrante de la Commonwealth y los Fawlty llenarían la cerca de la compra en un badulaque paquistaní. 

Gustará a los que se rieron en su momento con las situaciones surrealistas generada por Cleese. También seguirá interesando a los que consideran que, por encima de todo, la “caja tonta” (o el plasma plano) está ahí para hacernos reír y olvidar las tensiones cotidianas. Es un humor que está por encima de las generaciones, así que gustará a las personas de cualquier edad. Nos demuestra cómo se puede hacer reír a partir de una buena idea y con unos recursos clásicos, a poco de que se ponga empeño en ello. 



FICHA:

Título original: Fawlty Towers
Título en España: Hotel Fawlty
Temporadas: 2 (12 episodios autoconcluidos)
Duración episodio: 28-36 minutos
Año: 1975-1979
Temática: Las peripecias de un pequeño hotel inglés regentado por una familia desmadrada y atípica, con situaciones absolutamente desternillantes en sus relaciones con los clientes.
Género: Comedia de Situación.
Subgénero: Humor inglés.
Actores principales: John Cleese, Prunella Scales, Andrew Sachs, Connie Booth, Ballard, Berkeley, Gilly Flower, Renée Roberts, Brian Hall..
Lo mejor: la comicidad de John Cleese que no decae ni un solo minutos.
Lo peor: algunos gags pierden con la traducción.
Puntuación: 8
Web de la serie en la BBC: http://www.bbc.co.uk/comedy/fawltytowers/

¿Cómo verlo?: Algunos episodios pueden verse en youTube en versión original. Están a la venta en DVD y BlueRay. También pueden bajarse mediante programas “peer two peer”.

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