sábado, 31 de diciembre de 2016

Building the Great Cathedrals. La construcción de las grandes catedrales: cuando Europa tenía ideales


En 2014 se filmaron dos grandes documentales sobre la construcción de las catedrales góticas. Uno fue Made in Germany (Los Gigantes del Gótico) basado en la biografía dramatizada del maestro de obras que diseñó la Catedral de Sens. El otro, La construcción de las grandes catedrales, facturado en Inglaterra, abunda en los aspectos técnicos del gótico con reconstrucciones en 3D nunca vistas hasta ahora. En ambos casos se trata de documentales que nos están hablando de algo “nuestro”: como europeos, vale la pena no olvidar que fueron nuestros antepasados quienes realizaron esta proeza absolutamente inimaginable gracias a la capacidad técnica de los maestros de obras, a la habilidad de unos artesanos forjados que dominaban sus respectivas ramas (cantería, imaginería, carpintería, forja) y de la fe de un pueblo. 

UNA SOLUCIÓN TÉCNICA INÉDITA, CREATIVA Y HERMOSA

Hoy difícilmente podemos hacernos una idea de lo que supuso aquella gesta que se prolongó en los llamados “siglos del gótico”, desde el XII hasta el XVI. Sabemos cómo se levantaron (el Cuaerno de Notas de uno de los maestros de obras francés, Villard de Honnecourt [1200-1250], ha llegado hasta nosotros y explica la maquinaria, la técnica constructiva, las proporciones, el arte de leer los planos, que fueron utilizados), ignoramos solamente cómo nació ese arte y qué lo motivó. Por no conocer, ni siquiera conocemos los nombres de la mayoría de maestros de obras que las diseñaron, ni el de la casi totalidad de los talladores de piedra que modelaron aquellas imágenes que muestran sus fachadas. Y es que el verdadero arte, para serlo, debe ser anónimo: si es hermoso no es porque “nosotros” lo hayamos hecho así, sino porque reproduce unas proporciones que están en la naturaleza; y si no es así ¿para qué vamos a unir nuestro nombre a la fealdad impermanente?



En el documental, un grupo de investigadores reconstruyó una de las bóvedas que, por azares del destino, se había derrumbado. Simplemente quisieron comprobar cómo se construían aquellas catedrales. Completaron las piedras que faltaban, reconstruyeron las bóvedas de crucería y, finalmente, colocaron sin utilizar argamasa ni agregante de ningún tipo, la clave de bóveda. Resulta absolutamente increíble ver cómo aquellas piedras de varias toneladas que habían permanecido décadas en un almacén, recuperaban su función y su estabilidad. 

El gótico fue posible gracias a tres elementos: la bóveda de crucería rematada por claves, el arco apuntado y el arbotante. Las explicaciones técnicas que ofrece este documental son extremadamente claras y accesibles a un público carente de conocimientos en arquitectura. Los estudios técnicos en 3D sobre las catedrales de Amiens, Notre Dame, Beauvais, Saint Dennis y Chartres, acompañan unas imágenes extremadamente instructivas y didácticas. 

CUANDO UN “PUEBLO” ERA UN PUEBLO

En Chartres a las 12:00 del mediodía del solsticio de verano, por un minúsculo agujero entra un rayo de sol que va a parar a una piedra instalada en el crucero que tiene engastada una espiga de oro. Para poder realizar este minúsculo detalle constructivo era preciso que existiera una inteligencia capaz de diseñarlo y un motivo precioso por el cual realizarlo; además del maestro de obras era preciso el concurso de alguien versado en astronomía y matemáticas, capaz de establecer en qué momento se produciría el evento y con qué ángulo entraría el rayo de sol, luego, era preciso que un maestro cantero cincelara la piedra para dar entrada al rayo y pudiera ser engastada la espiga de oro modelada por un joyero a disposición del maestro de obras. 

Finalmente, se precisaban hábiles albañiles capaces de colocar  una piedra a más de 30 metros de altura y la otra a ras de suelo, con precisión milimétrico y, por supuesto, era preciso que alguien coordinada todos estos esfuerzos y, lo que es más banal, pero no menos realista: que alguien sufragara los gastos. Por último, a la vista de que la vida media de un ser humano en aquella época no superaba los 45 años y la construcción de una catedral podía prolongarse durante varios siglos, era necesario que existiera una escuela estable en donde se forjaran los artesanos y técnicos que iban a operar a través de los siglos (esa fue la intención del gremio). Y además había que alimentar a todos los que participaban en este proceso: era preciso disponer de lo que hoy se llama “logística” y “catering” muy desarrollados.


Todo este proceso complejo fue solamente posible porque cada “unidad poblacional de convivencia”, cada pequeña ciudad, constituía un “Pueblo” (con mayúscula), esto es una comunidad orgánica de convivencia, con un denominador común –la fe religiosa– que, unida a la existencia de unas estructuras gremiales, a una diversidad de funciones, a una jerarquía (esto es, a una organización muy compleja y con funciones y responsabilidades nítidamente establecidas) y a la conciencia de una tarea común para la que era preciso, no solamente dedicarse en el presente, sino proyectar en el futuro (mediante algo tan simple como el tener hijos y educarlos en las tradiciones de cada grupo social)… hicieron posible unas obras que, aún hoy, contando con medios técnicos mucho más desarrollados, resultan prácticamente imposibles de realizar. Si lo fue en los “siglos del gótico” fue porque la población de cada villa era algo más que una masa de individuos, libres cada uno para hacer lo que quisieran, sino que constituía un “Pueblo”: un conjunto organizado de convivencia tendente a la realización de un fin.

NO TODO ERA BLANCO O NEGRO

Nos equivocaríamos si mitificáramos a la Edad Media. Las épocas históricas no son blancas ni negras, se asemejan más bien a una especie de ying-yang en la que en medio de las grandezas pueden existir también aspectos opacos. La catedral de Amiens, por ejemplo,  sufre un gravísimo problema: el maestro de obras se equivocó y colocó los arbotantes que sostienen las bóvedas unos metros por encima de donde debería haberlo hecho. La bóveda se volvió inestable. Unas décadas después, otro maestro de obras, trató de rectificar el error (rodeó la nave con una cadena de hierro forjado para aumentar la cohesión de la misma) pero no pudo evitar que casi medio milenio después (mucho más de lo que durarán todos los edificios y monumentos construidos en el siglo XX, la era de lo perecedero) aparecieran grietas en las naves. Se conoce el dicho de los constructores: “Una bóveda nunca descansa”.


Así mismo, las rivalidades entre poblaciones vecinas y esa especie de orgullo del terruño que está presente en toda comunidad local en relación a otras, generaron el que los maestros de obras cada vez tendieran a hacer su catedral más alta para que destacara sobre las de las poblaciones vecinas. Así se llegó a casos como el de la catedral de Beauvais que cuenta la bóveda más alta de la cristiandad, excesiva para poderse mantener en pie: jamás pudo ser concluía, la bóveda de derrumbó en dos ocasiones mientras se construía y los pilares son inestables a causa de la insuficiencia de arbotantes y contrafuertes. Está reforzada interior y exteriormente por estructuras de acero colocadas no hace mucho.

Y es que, los constructores eran humanos. El documental no oculta este hecho sino que contribuye a explicarlo. No habla sobre el modelo de las proporciones de cada catedral, nos recuerda que Notre Dame de París está trazada según las proporciones del Templo de Salomon y la Catedral de Amiens sobre las del Arca de Noé. Nos recuerda que los maestros de obras querían que sus catedrales fueran una transposición de las “medias” del cielo en la tierra para poder ser consideradas como reflejos de la eternidad. Eran los vehículos para llevarnos a otro lugar, tratar de trascender a la condición humana y, simplemente, ser un anticipo del Reino de los Cielos. Para todo ello se diseño una “tecnología límite” basada no solamente en la Biblia son en los conocimientos de la ciencia acumulados hasta los “siglos del gótico”: no en vano, en los pórticos de la catedral de Chartres se encuentra, junto a las imágenes de los santos, la de tres personajes sorprendentes: Aristóteles, Euclides y Pitágoras.


VALORACIÓN Y RECOMENDACIONES

Vale la pena seguir durante una hora este documental de NOVA: aprenderemos mucho. No todo lo que vale la pena saber sobre el gótico, pero si lo esencial (y, por lo demás, nos hará falta solamente ver el otro documental del que hemos hablado al principio, Los gigantes del gótico, para tener una visión global de este arte. Lejos de aburrirnos, el guión, el montaje, los testimonios de los especialistas y las reconstrucciones en 3D, lo convierten en una pieza que entretiene, forma e informa a partes iguales. 

Gustará a todos aquellos que tengan y ejerzan su curiosidad intelectual, a quienes gusten de comparar la banalidad de nuestros tiempos con la voluntad de perennidad de aquellos siglos. Quienes se hayan sentido atraídos por la arquitectura gótica y hayan experimentado esa extraña sensación de bienestar y recogimiento que destilan aquellos templos, encontrarán respuestas. Quienes tengan conciencia de dónde vienen y de la obra que realizaron sus antepasados se sentirán orgullosos  de esas imágenes y de la gesta que unos pobres canteros medievales, dirigidos por un humilde maestro de obras desconocido, realizaron en una época que generalmente se considera “oscura” pero que este documental nos muestra como movida por un deseo de trascendencia y eternidad. 


FICHA:

Título original: Building the Great Cathedrals
Título en España: La construcción de las grandes catedrales 
Duración documental: 60 minutos 
Año: 2010
Temática: Explicación a la técnica constructiva del arte gótico en las catedrales francesas de Notre Dame, Amiens, Chartres y Beauvais.
Género: Documental.
Subgénero: Historia – Arquitectura – Gótico - Catedrales.
Director: Scott Tiffany.
Lo mejor: La lúcida simplicidad de los técnicos que prestan su testimonio.
Lo peor: No trata todos los aspectos del arte gótico.
Puntuación: 8
Documental completo en ingles: https://vimeo.com/23970658
Documental completo en castellano (1ª parte)
Documental completo en castellano (2ª parte)
¿Cómo verlo?: Puede verse gratuitamente en los enlaces indicados. 


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