jueves, 22 de diciembre de 2016

Crazy Head, otra de satánicos, exorcismos y psiquiatras


Decididamente, 2016 ha sido el año de las series que toman como eje central el satanismo, los diablos, los monstruos llegados del inframundo, los exorcismos y las posesiones demoníacas. Este tipo de series se ha convertido en algo habitual en los streamings de las distintas plataformas. Crazy Head es una más de estas series, ni mejor ni peor que otras similares, quizás adaptada solamente a un público más juvenil que Out Cast e incluso que Lucifer y, sin duda, con menos referencias cinematográficas que The Exorcist o La semilla del diablo. Está elaborada para un público joven, casi adolescente. Pero, aún así, cabe preguntarse por qué se ha producido este florecimiento de series sobre satanismo en este año 2016. 

SATANÁS VIVO Y ACTIVO EN EL PLANETA TIERRA

Se conoce aquello de que “la mayor treta del diablo es inducir a pensar que no existe”. Si nos tomamos en serio la frase, eliminaremos la posibilidad de que el Diablo en persona esté detrás de esta proliferación vermicular de series en las que de una forma u otra aparece su figura. Vivimos tiempos de cambios endiablados, casi diabólicos, la inseguridad camina con nosotros, sabemos lo que hacemos hoy pero ignoramos si a la vuelta de unas pocas semanas conservaremos nuestro trabajo, nuestra estabilidad o si la recuperaremos. Por lo demás, cada vez está más presente esa amenaza terrorista: ayer en Niza, hoy en Berlín, pasado mañana ¿entre nosotros?, anteayer en tantos y tantos sitos. ¿Cómo no ver el futuro con cierto escepticismo y con una sensación de intranquilidad? Como máximo, podría decirse que las penas del infierno ya no nos asuntan porque el infierno está aquí, entre nosotros.



Por otra parte, el Diablo pasa por el “el príncipe de este mundo” y la proliferación preocupante que estamos asistiendo en 2016 a este tipo de series, no hace otra cosa sino confirmar que el mal y la maldad están en cada esquina, anidan en el interior de lo humano y forman parte de su estructura genética. La televisión refleja en cierto sentido la realidad social. ¿Cómo no ver la imagen del mal en ese compañero de clase borde y acosador? ¿Cómo no verla en el político que propone una cosa y hace otra? ¿o en el empresario que despide de un plumazo a cientos de empleados y aumenta los ritmos del resto de la plantilla solamente para añadir unas cuantas cifras más a su cuenta corriente? Si el mal está en el mundo, hay que pensar que el espectador se identifica con quienes lo combaten y con aquellas series que lo muestran con su rostro más desagradable. Ésta, Crazy Head, es una de ellas.

UNA SERIE JUVENIL

A partir del primer episodio de esta serie es fácil intuir de qué se trata. Un par de chicas, una blanca anglosajona, atractiva y simpática, que trabaja en una bolera y otra afroamericana, inadaptada social, algo locatis y con bastantes quilos de más, están unidas por un don especial: perciben el verdadero rostro de los demonios que habitan entre nosotros. Y no son pocos. Estas entidades malignas se apoderan de los cuerpos de amigas y conocidos. Ellas consiguen liberarlos mediante exorcismos, pero no pueden evitar metidas de pata; afortunadamente aparece la figura de “Sawyer”, un “demonio bueno”. Sin embargo, las legiones de diablos son dirigidas por un tipo siniestro, “Callum”, psiquiatra que ejerce en el centro de salud mental en el que está internada una de las protagonistas.

El hecho de que las dos protagonistas ejerzan como “cazadoras de diablo” remite directamente a la serie Buffy, cazavampiros (1997-2003), más de diez años después de que se agotara y diera lugar a la secuela Angel (1999-2004). Las temáticas son demasiado parecías para poder obviarlas: seres del inframundo pululando por la superficie del planeta, nos protagonistas decididos a destruirlos, combate que discurre en el interior de una sociedad escéptica y descreída para la que todo esto son supersticiones.


El lenguaje es desenfadado pero descriptivo: “Veo cosas –dice una de las protagonistas- sus caras son horribles, como si ardieran por dentro”. “Raquel”, la protagonista afroamericana explica la presencia diabólica en la sociedad e una manera muy simple: “La gente a veces lo flipa… se cargan a la mascota o a su familia o se ponen a disparar por ahí… Están poseídos”. Solo unos pocos dotados pueden verlos. Su semen es frío y su sed de mal insaciable. Crazy Head discurre por estos derroteros, con diálogos básicos y temáticas recurrentes en las series de este tipo.

Puede que a usted y a mí, a los que tenemos más de 30 años, esta serie no nos diga gran cosa e incluso que le rechacemos de partida, pero es que no es una serie construida para nosotros sino para edades más jóvenes a las que se les ofrece un producto similar a lo que fue Baffy a principios del milenio o la saga Crepúsculo o tantas otras series de vampiros, zombies o seres diabólicos. 

LAS DOS COLUMNAS DE CRAZY HEAD

“Amy”, trabaja en una bolera, asediada por un compañero de trabajo, parece una chica normal con un trabajo que no le llena. Aún así cumple con lo que el contrato laboral exige de ella. El papel está asumido por Cara Theobold, joven actriz inglesa habitual de Downton Abbey (2012-2013) y que en los dos últimos años ha participado en varias series británica como co-protagonista, entre ellas Ibiza Undead (2016) todavía no estrenada en España. 


Susie Wokoma, nacida en Londres, asume el rol de una chica con problemas psicológicos, carente por completo de habilidades sociales, que resuelve cualquier duda consultando a su i-phone, internada en una institución mental y cuyo psiquiatra es precisamente el jefe de la corte diabólica que está colonizando la tierra. Ha participado como actriz de reparto en varias series y era desconocida en España.

El resto de actores ocupan papeles secundarios o muy secundarios. En realidad, tanto “Jake” (Lewis Reeves) como “Suzanne” (Riann Steele), amigos de “Amy”, se convierten en diablos y buena parte de la trama consiste en realizar el exorcismo liberador. 

VALORACION Y RECOMENDACIONES

Es evidente que los seis episodios han sido realizados para percibir el impacto de Crazy Head. Si logra eco suficiente veremos más temporadas. A pesar de que la serie repite un tema trillado en exceso, también es cierto que su planteamiento va dirigido a una franja de público muy juvenil. El público de más edad y con más rodaje no encontrará motivos suficientes para detenerse en esta serie porque no le aportará gran cosa  

Vale más que los jóvenes se vayan convenciendo de que este no es un valle de rosas en donde reinan la paz y el amor. Cuanto antes aprendan a identificar los rostros del mal, mejor. Y cuanto antes sepan que ellos también pueden ser víctimas de ese mal o terminar identificándose con él, antes estarán prevenidos. Lo que para otras edades sería una serie reiterativa y de poco aporte intelectual, para los jóvenes es casi un cuento con moraleja que les enseñará mucho sobre la vida.


   
Ficha

Título original: Crazy Head.
Título en España: Crazy Head.
Temporadas: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 60 minutos
Año: 2016.
Temática: Terror.
Subgénero: Comedia.
Tema: Las dos protagonistas tienen una sensibilidad especial para detectar seres llegados del inframundo. Juntas abordan una cruzada contra estos elementos ayudados por un “demonio beno”.
Actores: Cara Theobold, Susan Wokoma, Riann Steele, Lewis Reeves, Arinze Kene Tony Curran, Lu Corfield.
Lo mejor: el rol del psiquiatra como jefe diabólico.
Lo peor: tema agotado y tratado en demasiadas series.
Puntuación: 6
Trailer (en inglés): https://youtu.be/_whoNJNxxO8
Trailer (subtitulado en castellano): https://youtu.be/UI56XRaTVC8
¿Cómo verla?: En Netflix.


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