martes, 20 de diciembre de 2016

The OA, mucho ruido y pocas nueces


El diario ABC tituló a esta serie como “el secreto mejor guardado de Netflix”. 

En la presentación de la serie, la actriz española Paz Vega confirmó su participación en el proyecto el pasado 15 de diciembre de 2016, el día antes de su estreno. Se la ha comparado a Stranger Things, y se ha resaltado que la productora era Plan B propiedad de Brad Pitt y Anonymus Content, responsable de True Detective y de Mr. Robot. Estos avales bastarían, como mínimo para interesarnos por The AO. A fin de cuentas son solamente ocho entregas. Pero lo que creemos que vamos a ver al principio del primer capítulo no tiene nada que ver con lo que veremos al final del último.

IMPREVISIBLE, INESTABLE, INCOMPRENSIBLE, INSOLITA

La primera sensación que da OA, es que vamos a asistir a una serie de misterio. Una joven aparece después de unos años en los que estaba perdida para su familia. Desapareció ciega y reaparece viendo perfectamente. Bueno, hacia mediados del primer episodio, la audiencia se entera de los motivos de la ceguera: el autobús escolar en el que viajaba junto a otros hijos de oligarcas rusos, es atacado por una mafia y cae a un río. Solamente ella logra salvarse. Es solamente en ese momento, cuando el episodio lleva más de media hora avanzado, cuando aparecen los créditos, como queriendo indicar que es en ese momento cuando la serie encarrila su rumbo definitivo. Es la primera sorpresa.



Sin embargo, a partir de ese momento, la serie se convierte en una permanente búsqueda de sí misma por parte de la protagonista. Sabemos que el padre de la niña rusa finalmente es asesinado y que ella termina en EEUU en el seno de una familia de clase media. Sabemos también que no cree que su padre esté muerto y que se prepara con todas sus fuerzas para poder encontrarlo. Poco a poco, esta obsesión que aparece a finales de la primera entrega se va diluyendo hasta desaparecer casi por completo. La chica toca el violín en el metro y conoce a un científico que reconoce en su estilo a alguien que ha atravesado una experiencia de proximidad a la muerte. Opina que todos los que han sufrido experiencias de este tipo, regresan a la vida con algún “don”. El suyo es tocar el violín. Luego resultará que Paz Vega, en un club de música en La Habana, el mismo científico le oye tocar la guitarra deduciendo idéntica experiencia. El encuentro entre la protagonista y el científico orientará la historia hacia una nueva, y definitiva, dirección: la búsqueda de lo que está más allá de la muerte y las capacidades paranormales que pueden obtenerse explorando estos territorios.

La serie no es fácilmente digerible. Hay que estar muy predispuesto a aceptar esa temática. Incluso esperar a que llegue (lo que se produce en el episodio tercero-cuarto, es decir cuando la serie está próxima a su ecuador). A la pregunta de si existe algo más allá de la muerte, la respuesta que da la serie es “sí, sin duda” que es tan ingenua e insatisfactoria como la otra que se da a la cuestión de “¿quiénes somos?”: “somos ángeles”. Quizás a alguien le valgan estas respuestas, pero son demasiado someras como conseguir satisfacer mediante imágenes evocadoras las dudas que han acompañados a la humanidad desde sus comienzos. 


INSTALADOS EN LA MENTALIDAD NEW-AGE

La serie está bien contada. Tanto la protagonista como el “chico malo” que aparece como central en el primer y segundo episodio y que se va apagando en los siguientes, hacen un buen trabajo y el resto de los actores están igualmente correctos en sus respectivos papeles. Pero, una vez más, unos guionistas que parecían no tener muy claro hacia dónde encarrilar la trama y que solamente hacia el tercer episodio se han decidido por hacerla discurrir en una sola dirección (la reflexión sobre el “más allá”).

El mensaje de la serie es que el más allá existe y que pueden adquirirse capacidades paranormales para obtener efectos inusuales… Así pues, estamos instalados en plena mentalidad newager. El científico que mantiene secuestrados a varios jóvenes, entre ellas la protagonista, se pregunta “¿qué es la conciencia y a dónde va cuando abandona el mundo?”. En su relación con pacientes moribundos ha identificado un “zumbido” que sale del cuerpo cuando éste abandona la vida y que vuelve a “entrar” en él en caso de que se le pueda reanimar. Tan sólo habrá pasado unos segundos muerto, pero el científico aspira a situar dónde han pasado ese tiempo y qué han visto. El papel, encarnado por el actor británico Jason Isaacs, corresponde a un científico positivista, a la antigua usanza, es decir, lo que los newagers llaman “adscrito al viejo paradigma mecanicista”, y por tanto, oportunista, cruel con los objetos de su investigación y sin escrúpulos: condenable desde todos los puntos de vista. 

Frente al poder de la “vieja ciencia”, un grupo de jóvenes y alguna mujer madura inadaptada, conforman la visión propia de la “nueva era”: “somos luz, somos pájaros de luz, somos ángeles”. Y para un “ángel” no hay nada imposible.


LOS VALORES DE UNA SERIE EXTRAÑA

Serie bienintencionada pero caótica, desordenada, de trama ambiciosa pero de una ingenuidad lacerante a partir de su ecuador, tiene elementos interesantes que la salvan de la mediocridad. El primero de todos es el relieve de su protagonista, Brit Marling una joven actriz estadounidense de historial cinematográfico todavía reducido que lleva en activo desde 2007 y en la que su interpretación de “Prairie Johnson” en The AO, consagrará. Marling logra pasar del papel de ciega al de vidente con facilidad y, en ambos casos, con credibilidad. La expresión melancólica y asustada que muestra en la serie no es habitual en ella: simplemente, está interpretando e interpreta brillantemente. 

Lo mismo cabría decir de Jason Isaacs que lleva ya 25 años en las pantallas y ha participado en películas de todo tipo junto a grandes de Hollywood (especialmente recordado en la saga Harry Potter como “Lucius Malfoy”). Otro rostro notable es el de Phyllis Smith, veterana actriz que ganó fama mundial por su interpretación en The Office (2005-2013) y luego volvimos a ver en Arrested Development y más recientemente en la película Inside-Out (2015).

Los encuadres y el movimiento de cámara son muy buenos y la serie, desde el punto de vista, técnico es irreprochable. Es el guión lo que hubiera podido mejorarse, hacerse más directo, menos hiperbólico y más centrado. La serie tiene, eso sí, la virtud de recordar en televisión problemas que están en la mente de todos, en todas las generaciones y desde que el ser humano empezó a tener conciencia de sí mismo y de su propia existencia. La cuestión es que, ni la resolución está a la altura de las ambiciones, ni siquiera estas son perceptibles en los primeros episodios.


VALORACIÓN Y RECOMENDACIONES

Si le interesa la temática propuesta por esta serie: véala sin dudarlo. No le convencerá, pero quizás encuentra algunas intuiciones, algo de información que le pueda servir. Un consejo: no se crea que toda idea mística es auténtica. A veces se trata de esperanzas para desesperados. Esta serie tiene algo de esto: tanto el grupo de secuestrados como los liberadores pertenecen en gran medida a este segmento de población. Desesperados, buscan un sentido a sus vidas. Resulta inevitable que las celdas de los secuestrados recuerden sus propias vidas: como los viejos gnósticos reconocen que sus “almas de luz” sufren en la mazmorra del cuerpo. Quizás las respuestas no le satisfagan pero, al menos, conocerá el problema tal como lo plantea el movimiento de la New Age.

Solamente debería ver la serie después de tener en cuenta lo anterior: si nada de esto le preocupa, ni le interesa, si tiene ya formados sus criterios en esta materia y si estos están sometidos a los dogmas de alguna religión o a la seguridad del ateísmo, entonces puede evitar su visionado: le aburrirá, le desorientará y no llegará al fondo de lo que The AO pretende plantearle. Serie adecuada para místicos en tiempos de rebajas espirituales.



Ficha

Título original: The OA
Título en España: The OA.
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 50 minutos
Año: 2016.
Temática: Mística.
Subgénero: Drama.
Tema: Una joven rusa es secuestrada junto a otros jóvenes por un científico que investiga las experiencias de proximidad a la muerte. Una vez fugada pretende liberar a sus compañeros implicando a cinco personas.
Actores: Brit Marling, Jason Isaacs, Scott Wilson, Phyllis Smith, Riz Ahmed, Paz Vega, Emory Cohen, Dede Gardner, Jerey Kleiner
Lo mejor: la ambición de dar una explicación a lo que hay más allá de la muerte.
Lo peor: imprevisible.
Puntuación: 6
Trailer (en inglés): https://youtu.be/g2RrcSF4p4Y
Trailer (subtitulado en castellano): https://youtu.be/cmmPQ3yaFyw

¿Cómo verla?: Puede verse en Netflix.

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