Ona (diminutivo de Ramona) vive en Lavapiés con su pareja. Un día conoce a un tipo en un bar, y parece que ambos se enamoran… pero todo queda ahí y se despiden. Tiempo después se reencuentran en un casting, donde él es el director, y haciendo caso omiso a sus compañeros y guiado por sus sentimientos le dará el papel protagonista a Ramona… llevándoles a experimentar la nada absoluta durante ese rodaje entre dimes y diretes.
Nuevo intento del cine español en el denominado “cine de autor” debido a su bajo presupuesto o escaso argumento que intenta imitar a directores de la Nouvelle Vague sin éxito. Lourdes Hernández, conocida como Russian Red en su faceta de cantante, es el mayor reclamo de este film y destaca precisamente por estar acompañada de un elenco nada inspirado en sus interpretaciones. Como el director ficticio de su film, interpretado por Bruno Lastra, Andrea Bagney no tiene muy claro cómo afrontar su opera prima ni su desarrollo con unos personajes que no saben ni entienden el porqué de su situación.
Nuestra puntuación: 5 sobre 10
© Martín Blázquez
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