domingo, 6 de noviembre de 2022

Mi actor favorito: Christoph Waltz

 

Mi actor favorito Christoph Waltz

Este actor nació el 4 de octubre de 1956 en Viena, Austria. De padre alemán y madre austriaca. Actualmente está nacionalizado alemán. Residir no reside ni Austria ni en Alemania sino en Londres y con un inglés impecable. 

Y porqué lo comento porque una de las cosas que más llama la atención de este actor de 64 años de edad es su versatilidad en la pantalla y los idiomas que domina, lo que lo convierte en una pieza muy valiosa cuando se trata de rodar escenas en un idioma distinto al inglés.

Sí, Christoph Waltz habla alemán, inglés, francés, un poco de italiano, otro poco de esloveno y húngaro. Ventajas de ser de un país pequeño, como Austria que a dos o tres horas en coche te ofrece todos estos idiomas.

Su predilección por el teatro y el cine le viene de familia pues es hijo de los decoradores Elisabeth y Johannes Waltz, aunque sus abuelos sí que fueron actores. Así que podemos afirmar que fue casi actor desde la cuna, con una larga tradición de artistas en su familia que se remonta hasta sus bisabuelos. 

Estudió actuación en el Max Reinhardt Seminar, en Viena y luego se mudó a Nueva York para estudiar en el Lee Strasberg Theatre Institute, aunque de ahí fue a parar al Actor’s Studio neoyorquino.

Su carrera finalmente empezó como actor de teatro en escenarios como, por ejemplo, en Zurich, en Austria y hasta estuvo en el Festival de Salzburgo.

Del teatro pasó al cine con un total de más de 50 películas en la actualidad. Aunque no fue hasta el 2009 cuando ganó reconocimiento mundial gracias a su actuación como el implacable Hans Landa en la cinta Bastardos sin gloria. Este papel le hizo ganar un Óscar, un Globo de Oro y un Bafta, entre otros. También ganó el Óscar al Mejor Actor de Reparto por su trabajo Django sin cadenas (2012), ambas producciones de Quentin Tarantino. 

Entre sus aficiones tiene predilección por la ópera y los musicales.

Cualidades a destacar como actor 

Cuando Quentin Tarantino estaba trabajando en Bastardos sin gloria, él y su productor se estaban volviendo locos, porque no encontraban a un actor que fuera capaz de hablar alemán, francés, inglés e italiano como lo hace el personaje de Landa en la película. Cuando Christoph Waltz estuvo ante ellos, supieron que era perfecto, ideal.

Me ha hecho gracia la anécdota de una periodista que le entrevistó que para describir a Waltz y comentó lo siguiente: 

Una pena que los vendedores de enciclopedias a domicilio hayan desaparecido. Otra víctima más de la era digital. No es que los eche de menos, pero esa cortesía sin límites, llena de adulaciones y galanterías, unida a ese pie en la puerta, forzando su entrada a tu domicilio pero siempre con una sonrisa, ese comportamiento educado, de verborrea imparable pero rayando la violencia, es el que se me viene a la cabeza cuando coincido con Christoph Waltz. La descripción es tremenda.

A Waltz no le gusta la cultura del selfie. Le incomoda... Dice: La gente, por lo general, acepta mi negativa a hacerme fotos, porque siempre hay quien no entiende que no quiero estar en su Instagram.

A Waltz no le gusta hablar con la prensa. Sobre todo de su vida personal aunque tiene claro que hablar con los medios es algo que viene con su sueldo de actor. Así pues, en las entrevistas actúa. Además como tiene una labia un rato largo, es una de esas especies al borde de la extinción en Hollywood que no necesita muletillas ni dejes al final de cada idea, capaz de construir frases con sujeto, verbo y predicado y de mostrar un extenso uso de vocabulario quitándole el polvo a todas las palabras esdrújulas que conoce. 

En Bastardos sin gloria es fácil ver en Waltz a ese militar increíblemente educado y capaz de seducir a sus víctimas con sus palabras y sus modales, incluso cuando les está diciendo que les va a mandar a una muerte segura. Podría hacerlo sin perder ni la sonrisa ni la elocuencia. 

De entre sus mas de 50 películas me gustaría destacar la película Big Eyes y Carnage. 

En Big Eyes Christoph Waltz parece nacido para el papel, una persona de lo más agradable, que le cae bien a todo el mundo y se deja querer pero que a su vez es un retorcido manipulador.  Un gran trabajo, un tanto histriónico pero que Christoph Waltz pone todas sus cualidades dando vida a un marido sin escrúpulos que convierte en locura lo que tendría que ser mezquindad. 


El peso principal de la película lo lleva junto con la magnífica actriz Amy Adams.


Christoph Waltz sigue demostrando ese carisma sin límites y esa capacidad para acometer todo tipo de personajes, aunque parezca empeñado en acumular villanos en su curriculum. 



Carnage, del director Roman Polanski de 2011


Polanski se atrevió con la comedia en la película Carnage titulo en español Un dios salvaje  


Un dios salvaje es, para que se hagan una idea, una sitcom televisiva transformada en largometraje con dos simples matrimonios: los Cowan, con Christoph Waltz como cínico hombre de negocios y Kate Winslet como pija reprimida y los Longstreet, con una Jodie Foster como fanática activista y su marido florero.


El guión se centra en el cinismo de las apariencias, instaladas en las costumbres de las relaciones sociales. Consigue que un pequeño incidente destape al "dios salvaje" que todos tenemos. 


Cuando llega el momento de la exagerada desinhibición alcohólica con una trepidante verborrea. Hay  un cambio brusco, que es causa de un estancamiento en la conversación muy de agradecer tras más de una hora de injurias cruzadas. 


Despedida 


Bueno nada más sobre este actor fenomenal, carismático y que esperemos siga en su línea de hacer siempre un trabajo rozando la excelencia. 


Hasta otra ocasión. 

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