jueves, 26 de abril de 2018

BCN FILM FEST 2018. Taxi Driver. Los Héroes de Gwangju... de Jang Hoon



A la vista de algunas series que circulan por los streammings televisivos, cuando a uno le dicen que tal o cual película es corea, en principio, toca madera. Si la “marcha china” es sinónimo de mala calidad, el cine coreano parece haber sacrificado la cantidad a la calidad. Y, sin embargo, si uno supera estas reservas mentales, puede ser que se tropiece con algún producto de mucha calidad y particularmente bien elaborado. Tal es el caso de Los Héroes de Gwangju, película filmada en 2017 y presentada hoy en el BCN FILM FEST de Barcelona.

La película, según se nos cuenta, está basada en hechos reales. En diciembre de 1979, un alto oficial del ejército de Corea del Sur, dirigió un golpe de Estado que instauró en el poder a un gobierno particularmente duro que se prolongó durante diez años. El nuevo presidente-dictador del país, Doo-hwan implantó la ley marcial, cerró las universidades y prohibió los derechos democráticos fundamentales. Se produjeron obviamente protestas masivas y disturbios que fueron particularmente duros en la ciudad de Gwangju en donde se sitúa la trama de esta película. Al parecer, los disturbios en esa localidad duraron varios días y dejaron un reguero de sangre. Durante casi una semana, la ciudad permaneció aislada, mientras el ejército proseguía con la desarticulación de la oposición.

Es en este contexto –que hemos recordado en sus líneas generales- es en el que se sitúa la trama de esta película. Nos muestra a un periodista germano que presenció en vivo y en directo las masacres que tuvieron lugar en esta ciudad, siendo ayudado por un taxista (taxi driver) de la capital coreana. La película nos muestra la historia de este taxista, un hombre modesto y sin complicaciones, al que solamente le interesa su trabajo y su familia. Para él, todo lo demás –incluida la situación y los cambios políticos que en ese momento se estaban produciendo- quedaba demasiado lejos de sus expectativas. Inicialmente, lo que mueve al taxista a aceptar el encargo (excepcionalmente bien remunerado) de llevar a un periodista a Gwangju es el dinero. Luego, sus orientaciones personales van variando a la vista de lo que se encuentra en la ciudad. La película, lo que nos está describe es un “viaje iniciático” en el que el taxista sufre una mutación interior. Su código del honor se rompe al implicarse en las manifestaciones

La película es excesivamente larga y quizás hubiera podido comprimirse en hora y media, quedando fuera otra hora de metraje. La fotografía es particularmente buena, y las imágenes de las manifestaciones y de las cargas policiales, están muy logradas. El guión y algunos diálogos figuran también entre lo más atractivo de esta cinta, en especial cuando los protagonistas evidencian sus dudas.

Se cuenta que la historia es verdadera y que, sin el concurso del taxista, el periodista alemán nunca hubiera podido transmitir informaciones sobre lo que estaba ocurriendo en aquella ciudad. Después, el periodista estuvo intentando contactar de nuevo con el taxista, pero éste le había dado un nombre falso y nunca lo encontró. Falleció en 2016.

Una película particularmente bien hecha que, simplemente, nos reconcilia con el cine coreano y que recomendamos, especialmente a los interesados por el cine político.

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